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A UN GRITO DE LA VERDAD

Una larga historia de violencia y muchos inconvenientes precedieron la firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Farc. Hoy, la mayoría de los excombatientes se integran a proyectos productivos no exentos de vicisitudes, pero que siguen en marcha. Y cuando el viajero habla con alguno de ellos, se piensa en la historia y en los miedos colectivos, e incluso alguna fobia personal se cuela por allí.
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Por: Keka Guzmán
Fotografías: Angélica Aley

Foto: Angélica Aley

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Las gallinas.

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Sí, las gallinas.

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Animales que tienen el cuerpo recubierto de plumas, un pico corto, puntiagudo, punzante, peligroso. Una cresta carnosa de color rojizo. Óvulos rojos que cuelgan a los lados de su pico y unas patas extremadamente robustas.

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Las gallinas.

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Estaban por todas partes.

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En la tierra, en el pasto, en el techo, en el carro, cerca al lago, por la máquina moledora.

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Todo estaba lleno de gallinas.

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Toda la finca La Elvira estaba llena de gallinas.

 

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Después de la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, en el departamento del Cauca se originaron diversos espacios de transformación como símbolo de construcción de paz. Uno de esos espacios es la finca La Elvira, ubicada al norte del departamento del Cauca, en el municipio de Miranda. Ahí, entre hombres y mujeres, están forjando nuevos caminos que tienen como objetivo la paz territorial.

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La finca está un poco abandonada. Su estructura está débil, caída, cansada. Pero está cargada de sueños, de esperanzas, de metas, de proyectos, de una palabra que parece una utopía: paz. 

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Y ahí, en medio de los cultivos de fríjol, el invernadero de tomate, los frutales y el ají, estaba Carlos Antonio Acosta, quien fue el segundo comandante del Sexto frente de las Farc. Sentado en una silla blanca rimax, hablaba un poco entre dientes y miraba con cautela a su alrededor.

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— ¿De dónde vienen? ¿Quiénes son? ¿Cuáles son sus nombres completos? ¿Cuál es el nombre del medio? ¿Qué hacen aquí?

Tenía una camisa roja, una gorra negra y unos pantalones claros. Y, además de su característico bigote, traía consigo una actitud incrédula, distante, desconfiada y retadora. 

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Carlos Antonio Acosta es su nombre en las Farc. Nació en el Valle del Cauca. Y un día decidió subirse a las montañas de Corinto para integrarse a las filas de las Farc. Estuvo 26 años en la guerrilla. Después de ser un hombre de guerra, hoy es un hombre que cree en el Acuerdo y que, desde la finca La Elvira, le apuesta a la construcción de paz.

 

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***

 

De nuevo las gallinas. 

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Ocupando todo el lugar.

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Persiguiendo migajas tiradas en la tierra fértil.

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Cacareando. Aleteando. Siendo intrépidas. Metiéndose por cualquier espacio. Subiéndose a cualquier cosa. Nada les importaba. Solo seguían sus instintos. Buscaban comida, por donde fuera. 

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Sus ojos me perseguían. Era como si supieran que no soportaba sus miradas. Ni mucho menos su cercanía.

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Todo el equipo de Co.marca estaba sentado alrededor de Carlos Antonio Acosta.

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Y, mientras él, dubitativamente hablaba con nosotros, yo no podía dejar de pensar en las benditas gallinas. 

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Estaban cerca. Demasiado cerca. Más cerca de lo nunca jamás en la vida imaginé.

 

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La historia

 

2012

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  • 26 de agosto: Delegados del Gobierno y de las Farc firman en La Habana el 'Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera', con el apoyo de Cuba y Noruega como países garantes. Es el inicio de los diálogos.

  • 18 octubre: Negociadores del Gobierno y las Farc establecen en Oslo (Noruega) la mesa de diálogo que se llevará a cabo en La Habana a partir del mes siguiente.

  • 19 noviembre: Las Farc declaran un alto el fuego unilateral entre el 20 de noviembre y el 20 de enero de 2013, horas antes de comenzar las negociaciones.

 

2013

  • 26 mayo: El Gobierno y las Farc anuncian el primer acuerdo de la agenda de negociación, en el punto de tierras y desarrollo rural.

  • 6 noviembre: Las partes anuncian el segundo acuerdo de los puntos de la agenda, sobre participación política de la guerrilla.

  • 15 diciembre: Entra en vigor una tregua de Navidad de las Farc hasta el 15 de enero 2014.

 

2014

  • 16 mayo: El Gobierno y las Farc llegan a un acuerdo sobre narcotráfico y cultivos ilícitos, tercer tema de la agenda.

  • 20 diciembre: Inicia un cese del fuego unilateral e indefinido de las Farc, el cual se suspende el 22 de mayo 2015 después de una escalada de conflicto.

 

2015

  • 7 marzo: El Gobierno y las Farc anuncian un acuerdo para realizar el desminado humanitario conjunto.

  • 4 junio: Las partes acuerdan la creación de una Comisión de la Verdad, que se pondrá en marcha cuando se firme la paz.

  • 20 de julio: Comienza un nuevo alto el fuego unilateral de las Farc.

  • 25 julio: El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordena la suspensión de los bombardeos contra las Farc.

  • 23 septiembre: Santos se reúne en La Habana con el líder de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko', con quien protagoniza un histórico apretón de manos y acuerda que la paz se firmará a más tardar el 23 de marzo de 2016, tras la presentación de las bases de un acuerdo sobre justicia.

  • 17 octubre: El Gobierno y las Farc anuncian un acuerdo para buscar conjuntamente a más de 25.000 personas que, según diversas fuentes, han sido dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado.

  • 22 noviembre: El Gobierno colombiano anuncia que indultará a 30 guerrilleros de las Farc presos en distintas cárceles del país por el delito de rebelión.

  • 15 diciembre: Los negociadores del Gobierno y las Farc firman en La Habana el acuerdo sobre víctimas del conflicto, que incluye un sistema integral para la reparación, justicia, verdad y garantías de no repetición.

 

2016

  • 23 de marzo: El jefe negociador de paz del Gobierno, Humberto de la Calle, dice: "En este momento subsisten diferencias importantes con la guerrilla de las Farc sobre temas de fondo". Por tal razón, no se firma el Acuerdo Final de Paz ese día, como estaba previsto. 

  • 22 de junio: El Gobierno de Colombia y las Farc llegan a un acuerdo sobre el fin del conflicto. Se trata del punto 3 de los acuerdos y hace referencia al cese el fuego bilateral, garantías de seguridad para los guerrilleros que se desmovilicen, mecanismos para el desmonte del paramilitarismo y zonas de ubicación.

  • 5 de agosto: El Gobierno de Colombia y las Farc establecen un cronograma de desarme. En un comunicado conjunto los equipos negociadores anunciaron las fases del cese del fuego bilateral que previamente se había dado a conocer en junio.

  • 23 de agosto: El Gobierno de Colombia y las Farc terminan la negociación de puntos sustanciales que estaban pendientes y dan por finalizadas las conversaciones en La Habana.

  • 24 de agosto: Los negociadores de paz del Gobierno de Colombia y de las Farc firman en La Habana el Acuerdo Final de Paz tras casi cuatro años de conversaciones. Sin embargo, anuncian que aún hace falta la firma protocolaria de dicho acuerdo por parte de Santos y alias 'Timochenko'.

  • 25 de agosto: Santos entrega el acuerdo al Congreso y anuncia cese del fuego bilateral y definitivo, lo que significa que se termina la confrontación armada con las Farc.

  • 26 de septiembre: El Gobierno de Colombia y las Farc sellan, en un acto protocolario ante 2.500 invitados (en Cartagena), el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y una Paz Estable y Duradera.

  • 2 de octubre: El No al Acuerdo firmado entre el Gobierno y las Farc gana en el plebiscito.

  • 24 de noviembre: El Gobierno y las Farc firman el nuevo Acuerdo que incorpora precisiones, ajustes y cambios sugeridos por distintos sectores sociales y políticos del país.

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***

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Estando ahí, en la finca La Elvira, uno se pone a pensar muchas cosas, porque el camino para la construcción de paz ha sido demasiado largo. Fueron más de 50 años de guerra y todo ese sufrimiento y dolor están escritos en nuestra historia. 

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Pero, ese día, nos habíamos encontrado al ex comandante del sexto frente de las Farc. Estaba ahí, en medio de los cultivos de fríjol, de tomate, de ají, creyendo y construyendo el sueño de muchos colombianos: la Paz.

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Y pensé que quizás era normal la desconfianza de Carlos Antonio Acosta. Era normal su reticencia. Era normal sentir miedo. Era normal, también, querer salir corriendo. ¿Por qué?, quizás por el pasado o por el presente, porque el futuro siempre será incierto. 

 

***

 

 

 

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Y de nuevo las gallinas, presentes, siempre presentes.

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Y regresaban, como un círculo vicioso o como un aprendizaje de vida, porque pareciera que las guerras internas –como las externas- no desaparecen. 

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Le tengo miedo a las gallinas. Mucho miedo en realidad. Algunos se reirán, a otros les parecerá ridículo, o quizás, les parecerá extraño. Pero no soporto ver, ni mucho menos sentir una gallina cerca. No puedo. Tiemblo, me desestabilizo y creo que ahí, se acaba todo. 

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Y justo en la Finca La Elvira, en medio de sueños, de proyectos, de risas, de miedos y de fe, había demasiadas gallinas, se pasaban de lado a lado. Me perseguían. Juro que me perseguían.

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Y, mientras entrevistábamos a Carlos Antonio Acosta, todas las gallinas del lugar se aglomeraron donde nosotros estábamos. Eran muchísimas. Subí los pies a la silla. Respiré profundo. Cerré los ojos y me olvidé del excombatiente y de los escoltas que teníamos atrás. Ahora que lo pienso, el ambiente no daba para que me desconectara de esa forma. Pero yo, solo quería gritar.

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Las gallinas se pasaban por debajo de mi asiento. 

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Temblor. Sudor. Miedo.

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Y yo, me repetía en la cabeza: “no vayas a gritar, no vayas a gritar”.

No, no grité. Pero siempre tendré la duda de qué hubiera pasado si hubiera gritado. Era solo un grito para romper con todo. Pero, después pensé que la situación habría podido ser diferente. Sin la historia, sin los datos, sin las firmas, sin las fechas, sin el esfuerzo, sin las ganas de paz, habrían podido ser, en lugar de gallinas, balas. 

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Balas. Balas. Balas. 

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La realidad que por muchos años tuvo Colombia y que aún sigue teniendo, porque las muertes no paran y el miedo ha regresado. 

Y, al parecer, hay miedos que nunca desaparecen. 

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